Durante el
conversatorio que se llevo a cabo en Puente Auco, con la participación de
representantes de 16 Comunidades Campesinas de la Provincia de Yauyos, los
líderes solo se dedicaron a informar sobre la problemática de cada una de estas
Comunidades, siendo los principales temas el agua, titulación de las tierras
comunales, problemas de límites con otras comunidades de la Provincia y otras
Regiones, también sobre la contaminación. Temas que se repite y se menciona en
los diferentes fórum y reuniones que se ha llevado a cabo en la Provincia de
Yauyos, al respecto no se tiene resultados concretos.
Respecto a
la Convención que se llevo a cabo en Catahuasi, fue un evento con fines
políticos por la presencia de candidatos Regionales, Provinciales y Distritales.
Gente que esta haciendo carrera política, tiene un trasfondo político, esta
claro que se encuentran en una Campaña Electoral, quienes aprovechan tales
eventos para ganar votos.
En los
mencionados eventos no se ha planificado un Plan de Trabajo, dando conocer como
antecedente los diversos problemas que tienen las Comunidades Campesinas de la
Provincia de Yauyos, con informes tales caso de las investigaciones realizadas
con fundamentos y pruebas, posteriormente se efectúa un análisis de cada caso,
con conclusiones, recomendaciones, Proyecciones y por último un seguimiento con
resultados positivos a favor de las Comunidades Campesinas. No han elaborado
una Base de Datos de los conflictos sociales que adolece las Comunidades
Campesinas. Ni tampoco establecieron las estrategias específicas para resolver tales conflictos. Se necesita
verdaderos líderes comunales para enfrentar a las Empresas Privadas y resolver
los conflictos que a continuación se indican:
Con relación
a la Demarcación Territorial de la Provincia de Yauyos, ha transcurrido 192
años de vida Republicana, hasta la fecha la Provincia de Yauyos no tiene
definido sus límites, siendo los responsables el alcalde Provincial de Yauyos y
los 33 alcaldes Distritales, quienes no tienen la capacidad y por su desconocimiento
del tema, no pueden elaborar un expediente técnico con Propuestas de
Demarcación Territorial, para los trámites correspondientes. Vale la pena protestar
y se tiene que exigir a las autoridades que cumplan su cometido.
Respecto a
la Titulación de la tierras comunales, es responsabilidad de los dirigentes y
de los integrantes de cada comunidad de efectuar las gestiones, en caso de no
hacerlo dicha directiva deberá ser cambiada y ser remplazados por otros líderes
más responsables y competentes. Para una Comunidad es indispensable y muy
importante el Saneamiento Legal de sus tierras. Durante la gestión existen
diversas dificultades ocasionadas por la burocracia de los entes reguladores
encargadas del trámite.
El conflicto
permanente suscitado entre la Empresa Celepsa y las Comunidades Campesinas de
la zona de influencia, es debido al incumplimiento de los Convenios Marco y
Compromisos firmados, siendo responsabilidad de los dirigentes de la Comunidad,
en realizar reuniones, mesa de diálogo y acuerdo con la Empresa Celepsa para
solucionar y hacer cumplir sus petitorios. Es importante resaltar que se tiene
que Modificar los antiguos Convenios Marcos y Compromisos, por cuanto los
dirigentes de ese entonces que firmaron tales documentos, por su desconocimiento
no supieron negociar bien, no tuvieron asesoramiento y fueron engañados. Al respecto la Comunidad
Campesina de Picamarán en la actualidad sostiene un conflicto social sin
solución con la Empresa Celepsa, con relación al derecho de propiedad de sus
tierras comunales del Predio Cerro Airayá.
Buscar un
entorno positivo para la población cuidando el Medio Ambiente y la
contaminación del agua. Por tal motivo se tiene que denunciar ante los
Organismos Reguladores existentes, encargadas de las investigaciones de los
supuestos casos de contaminación por parte de las Empresas Mineras e
Hidroeléctricas, y si son responsables solicitar la sanción a dichas empresas.
Se hace conocer que las Empresas Mineras e Hidroeléctricas no efectúan ninguna
inversión a favor del cuidado del Medio Ambiente y la contaminación del río
Cañete.
Está probado
que la Provincia de Yauyos y sus 33 Distritos, sus autoridades malgastan el
Presupuesto Económico, construyendo elefantes blancos y monumentos ridículos,
cuyas obras la mayoría están inconclusas y sobrevaluadas en su costo. Existe
mucha corrupción beneficiando a los Proveedores. Es preocupante la actitud del
alcalde Provincial de Yauyos, que no distribuye equitativamente en obras a
todos los pueblos de Yauyos. Como se puede comprobar haciendo mención que el
pueblo de Picamarán hasta la fecha no ha recibido ni un sol en obras. Se
justifica el reclamo y protesta.
Igualmente
el Presidente del Gobierno Regional de Lima, no distribuye bien su presupuesto
económico, no ejecuta mega proyectos productivos o grandes inversiones de
impacto. Preside una gestión regalona y gastadora, ya que se dedica a regalar
cemento, calamina, toritos, ambulancias, laptop. No hay calidad de gasto pues
no hay buena infraestructura en los sectores educación, salud, agricultura,
ganadería y turismo, motivando que las nueve provincias de Lima se encuentren
abandonadas. Visita a diferentes pueblos engañando y prometiendo desarrollo a
la población. Para colmo será candidato en las próximas Elecciones
Presidenciales. No ejecuta obras en la Comunidades Campesinas de la Provincia
de Yauyos, por cuanto en la Comunidad Campesina
de Picamarán no se ha ejecutado ninguna obra ni siquiera se le ha regalado un
sol. Es justo el reclamo y protesta.
En cuanto al
Gobierno Central, la política del Presidente Ollanta Humala, son solo puras
promesas, pero a diario informa su metas relacionado al crecimiento económico,
lucha contra la pobreza, inclusión social y distribución de la riqueza a todos
los pueblos del Perú. Desconoce que las Comunidades Campesinas de la Provincia
de Yauyos, se encuentran olvidadas, abandonadas y no se ejecutan proyectos productivos tanto en la
agricultura, ganadería y turismo, no hay obras en educación, salud, infraestructura
y bienestar a favor de la población. El pueblo sigue esperando y no reclama.