Dicha
empresa empleo estrategias para conseguir que las Comunidades Campesinas
aprueben su proyecto. Al margen de los posibles beneficios que dicho proyecto
puede traer a una Provincia o a las Comunidades involucradas, donde operan esta
empresa hidroeléctrica hay quejas de daños ambientales, que han afectado a sus
animales, flora y fauna, las promesas de ayuda social y de indemnización nunca
se han cumplido, además de poca información disponible y la ausencia de un
proceso de consulta para que este proyecto se desarrolle en sus tierras.
Simplemente
se cumplió con informar que la hidroeléctrica iba a pasar por su Comunidad y de
los pocos beneficios que recibirían. Durante su construcción se removieron
toneladas de piedras, tierra y polvo, el ruido, la presencia de maquinaria
pesada, represamiento del río, ocasionando la reducción del flujo del agua
generándose los “Codos Secos”. Se apoderaron del agua del río y de sus lagunas.
Se puso en
evidencia la posición de algunas autoridades Regional, Provincial y
Distritales, que lejos de apoyar a sus Comunidades Campesinas, están al lado de
la empresa Hidroeléctrica El Platanal.
Se ha
generado un clima de desconfianza, a la vez que los dirigentes de la
Comunidades Campesinas, no tienen experiencia en temas de negociación y falta
de pericia, ya que sus convenios realizados con la empresa El Platanal, no se
ha cumplido y fácilmente fueron engañados.
Debemos
saber que cuando existe resistencia o rechazo de las Comunidades Campesinas,
esta empresa busca comprar influencia con obras públicas que necesita el
Distrito o Comunidad, de ser el caso no se descarta en brindar apoyo mediante
el financiamiento directo a las autoridades ediles o dirigentes de las
Comunidades para conseguir una elección o reelección.
La Empresa
Hidroeléctrica El Platanal comenzó a
negociar con las Comunidades Campesinas, ubicadas en la zona de influencia ,
ofreciéndolo ejecutar obras que son meramente decorativos, ( no de desarrollo
de capacidades de la población), tales como locales comunales, mejoramiento de canales
de irrigación , losa deportivas, mejoramiento de estadios, iglesias, aulas de centros
educativos, parques, crianza de truchas y camarones, dichas obras que no
desarrollan a los pueblos, evidenciándose en la población del entorno donde se
encuentra la Hidroeléctrica, existe
mucha pobreza y sus viviendas son precarias. Teniendo en cuenta que la empresa
Hidroeléctrica dejo muchas obras inconclusas y otras pura promesa, otros se
paralizaron al día siguiente de la inauguración de esta Hidroeléctrica, por el
ex-presidente de la República Alan Garcia Perez.
Desde
tiempos inmemoriales, las poblaciones de las Comunidades Campesinas de Yauyos
son dueñas de las tierras que usufructúan y de los recursos naturales como: el
agua indispensable para la vida y la biodiversidad (flora y fauna), hoy estos recursos son entregados
por el estado, sin el consentimiento de las poblaciones, en concesión a
empresas mineras e Hidroeléctricas, cuya secuela son la contaminación,
conflictos sociales y mucha pobreza.
Durante un
recorrido por estas Comunidades Campesinas de Yauyos nos permite constatar que
la mayoría de la población es pobre, ya que no le alcanzan los recursos para
asegurarse la alimentación diaria necesaria para estar sano. Pero también es
pobre quien no tiene recursos para enviar a sus hijos al colegio, para
mantenerse en buena salud, o que en su
vivienda no tiene las comodidades mínimas.
En cambio la
empresa Celepsa, conforme a la Memoria Anual del Ejercicio 2012, los ingresos
netos por potencia y energía vendida fueron de US $ 63.00 millones de dólares,
superando en un 13.2 % a los ingresos del año 2011 de la suma US $ 55.00 millones
de dólares. Seria razonable que esta ganancia de millones dicha empresa debería
compartir con los pobres, generando proyectos productivos y en educación a
favor de las Comunidades Campesinas.
Existe en la
actualidad un tema pendiente de solución, ya que en las tierras de propiedad de la Comunidad Campesina de
Picamarán, ubicado en una de las laderas del cerro Airayá, Celepsa construyó la
Casa de Maquinas y Chiminea de la Hidroeléctrica El Platanal, motivando que las
gestiones como permiso y licencias de construcción no lo hicieron ante el
Distrito de Allauca, donde pertenece la Comunidad Campesina de Picamarán, sino
que fueron tramitados ante el Distrito de Zuñiga-Cañete.
Los problemas
sociales y promesa de proyectos productivos prometidos por la empresa El
Platanal aún están pendientes de solución. Se recomienda promover una mesa de
dialogo entre la Empresa El Platanal y las Comunidades Campesinas de Picamarán,
Capillucas, Catahuasi, Chocos y Tanta.