viernes, 1 de noviembre de 2013

PEREGRINAJE AL MAJESTUOSO AIRAYA EN PICAMARAN

Dicho peregrinaje lo realizan los pobladores de Picamarán todos los años a partir del mes de Abril, todos parten en caravana con su ganado para aprovechar los pastos naturales, hacia el Apu más poderoso del pueblo de Picamarán, luego de llegar a pie a la cima, piden permiso a la montaña Airayá para ingresar a sus dominios. El lejano sol nos acompaña y nos da la bienvenida, empieza lo misterioso y místico donde las personas llevan chicha ( a base de maíz), velas, cigarro, coca, caramelos, pisco, frutas y todo cuanto producto les impulsa en fe a llevar.

Seguidamente el ambiente se torna mágico con los cánticos  y rezos que nos indican que la ceremonia se inicia. El Chamán comienza agradeciendo al Airayá por habernos acogido y las personas levantan las manos para recibir la bendición del Apu.  Es el momento de dar ofrendas, para tal fin buscan un lugar propicio en una de sus laderas, no solo ofrendan productos, también muestra fe y esperanza de ser mejores personas, creen en sus milagros dicen que habrá lluvia y más pastos para su ganado.  Se cree que allí concurre de visita el espíritu del ancestro de los Yauyos el Apu Pariacaca. Los ganaderos de Picamarán permanecen en el lugar por un lapso de dos a tres meses. Después ya renovado se encaminan de regreso, voltean las personas y miran a la montaña Airayá y prometen volver el siguiente año.

EL  Apu Airayá , con una altura de 3,795 msnm, esta ubicado en la cuenca del río Cañete (carretera Cañete-Yauyos), pertenece a la jurisdicción del pueblo de Picamarán, cuenta con un aproximado de 3,000 hectáreas, con recursos de  pastos naturales y reserva de diversos minerales. Airayá proviene del vocablo Aymara que significa “el que  ayuda o socorre, el que envía cosas”.


El poblador andino tiene una cosmovisión muy  distinto al hombre de la costa, respecto a lo que son las montañas, para el hombre del ande la montaña es un espíritu divino que tiene un gran poder para la vida de las personas que habitan a su entorno, para el hombre andino la montaña sagrada es el Apu, cuyo significado andino es que son los espíritus tutelares de los antepasados y son protectores, es por eso que se le reverencia con rituales, como el pago al Apu, para caminar por sus laderas o cumbres, hay que pedirle permiso al Apu, sino  se les da un ritual de pago, es como si  estuvieras  faltándole el respeto y el Apu encolerizado  puede ocasionar un daño a la persona que se atreve a caminar por su cuerpo.

Un viajero cualquiera mediante un ritual de pago a una montaña o cerro puede subirlo sin problemas en señal de respeto. Mediante costumbres ancestrales, el ritual lo hace el Chamán, el Taita o el Paco, como se les dice a estas personas que son los guías espirituales o maestros espirituales, a base de chicha, cigarro, hojas de coca y colocarlos en un agujero o debajo de una piedra, como vemos el hombre de la sierra esta muy relacionado con la naturaleza.













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