Para llegar al pueblo de Picamarán se accede por un desvío en la carretera de Cañete-Yauyos a la altura del Distrito de Zuñiga, por una vía de trocha carrozable de 12 kilómetros, lo puede hacer en vehículo o a pie.
El pueblo de Picamarán considerado una zona excelente para el Turismo Vivencial, por contar con un centro arqueológico, bellos paisajes, herederos de costumbres y tradiciones ancestrales.
Los Sitios Arqueológicos prueban que fue uno de los pueblos más interesantes del Perú antiguo. Planee el trayecto de su ruta a pie, por cuanto la Fortaleza Inca de Pallay se ubica a 12 Km. al noreste de Picamarán, en la zona alto andina se llega tras una caminata de 4 horas.
En la cima de un cerro que conserva los restos más impresionante y mejores conservado de una Fortaleza Inca llamado por los antiguos pobladores como “Pallay”, hay cuevas con restos óseos, son la prueba de sacrificios y pagos a la montaña realizados siglos atrás, quizás cuando los de Picamarán todavía eran amos y señores de esas tierras y ponían en jaque al naciente Imperio Inca.
Picamarán heredera de costumbres milenarias, algunas de las viejas creencias aún se conservan en la zona, muchos de esos lugares se consideran sagrados, incluso en estos tiempos y es costumbre de los pobladores dejen ofrendas para evitar enfurecer a la tierra o para buscar sus favores en época de siembra o reproducción del ganado. Obviamente uno de los sitios favoritos para realizar estos rituales es la propia fortaleza de Pallay.
La Fortaleza Inca de Pallay , monumento histórico edificado con piedras de
la época milenaria, cuyas paredes son murallas de una altura de cuatro metros
por dos de ancho, con parapetos que sirve como defensa en caso de un ataque
enemigo, tiene dos accesos que consiste en puertas tipo trapezoidal, en la cima
del mismo lugar se encuentra completamente amurallado con piedras talladas, con
una altura de cinco metros por dos de ancho. Según los Cronistas esta fortaleza fue construida por los Incas
durante el reinado del Inca Pachacútec, cuyo recinto debieron servir como defensa
en caso de ataque del enemigo o como residencia del Curaca o autoridad local.
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