En la Comunidad de Picamarán existe una estancia que se
llama “Sapo Rumi”, ubicado en la parte alto andina.
En las épocas Pre Incaica e Incas, el Sapo era
representante de la Pachamama (Madre Tierra), la que alimenta a sus hijos runas
(Hombres) con sus hierbas, su carne, con su agua.
En Picamarán la mencionada estancia se denomina Sapo
Rumi, por cuanto en ese lugar existe una roca
de forma de Sapo, es de considerable tamaño. Dicha roca se puede observar desde muchos
kilómetros a la distancia y tiene la forma perfecta de un Sapo, por esta razón
se le llama “Sapo Rumi”, palabra quechua Sapu=Sapo y Rumi=Piedra o Roca, que
significa “Piedra forma de Sapo”.
La mitología de los antiguos pobladores, desde tiempo
ancestrales cuentan que la piedra o roca en forma de Sapo, en temporadas a
través del tiempo camina y se constituye
a un manantial cercano para tomar agua, para luego retornar a su lugar.
Todos estos aspectos a las claras nos muestran que el
Sapo en la Cultura Andina, es motivo de reverencia ritual y simboliza a la
Pachamama como riqueza y bienestar económico. Esta ritualidad realizan los andinos
con toda devoción y convicción, solicitando bienestar y seguridad en sus
negocios y en la producción de sus chacras y animales.
El Sapo interviene a través de su actitud, como uno de
los indicadores de la conducta del tiempo, es decir como un agente meteorológico,
en que los Runas de Picamarán, se fijan con mucha atención para programar sus
actividades y labores cotidianas en la siembra de sus chacras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario