En la actualidad, nuestra
Comunidad Campesina de Picamarán, se encuentra desamparada y abandonada por el
gobierno central, ya que la empresa Hidroeléctrica y Empresas Mineras, no
respetan la propiedad de sus tierras, pese a que encuentran amparadas por la Constitución Política del Estado, Ley de
Comunidades Campesinas, Ley de Creación Distrital, Ley de la Consulta Previa,
Documentos Virreinales, Título y Planos de COFOPRI, Resoluciones Judiciales de
Reivindicación de Tierras Comunales. Estas empresas cuentan con el apoyo y
complicidad de funcionarios del Ministerio de Energía y Minas, que deberían
actuar como reguladores y supervisores, nunca defienden a las Comunidades. Como
el caso suscitado en nuestra Comunidad Campesina de Picamarán, perteneciente al
Distrito de Allauca, Provincia de Yauyos, Región Lima, en tierras de su
propiedad, ubicado en una de las laderas de la montaña Airayá, colindante con
terrenos de San Juanito (Distrito de Zuñiga), la Empresa Celepsa tomó por
asalto y construyó una casa de máquina, en el interior de una caverna excavada
en roca, ubicada a 800 metros de profundidad dentro de la montaña de Airayá,
también en su territorio esta empresa construyó un túnel de aducción de 12.5
kilómetros de longitud y 5 metros de diámetro, siendo la Columna vertebral de
este proyecto, ya que conduce el agua desde la localidad de Capillucas hasta la
Casa de Máquinas de la montaña Airayá.
Para la construcción del túnel se
realizó trabajo de excavación en cuatro frentes, mediante la técnica de
perforación y voladura. También esta empresa realizó diversos trabajos por los
alrededores de la montaña Airayá, como diversas carreteras, también extrajo de
sus canteras toneladas de piedras y concentrados para ejecutar su obra. Esta
empresa Celepsa nunca solicitó permiso para ejecutar dicha obra, ni mucho menos
notificó a las autoridades de la Comunidad Campesina de Picamarán. El Programa
de Manejo Ambiental de Celepsa hasta la fecha se desconoce, por cuanto el
funcionamiento de la Hidroeléctrica ha cambiado el Ecosistema y el cauce del
río Cañete y alrededores, también ha sido afectado los cerros pastales de la
montaña Airayá y el secado de los manantiales de agua, así como sus caminos de
herradura, ya que los comuneros desde tiempos inmemoriales se dedican al
pastoreo de su ganado en esa montaña, con una extensión aproximada de 2,700
hectáreas.
Esta empresa para la
excavación de los túneles de aducción y casa de máquinas han removido rocas con
minerales metálicas, minerales no metálicas y tierra que tienen millones de
antigüedad, siendo más de 300 mil metros cúbito de roca extraídos del túnel,
que fueron botados también en el territorio de la Comunidad de Picamarán,
causando daños ambientales.
La indicada empresa Celepsa
ejecutó la obra en tierras de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán,
gracias a que el Ministerio de Energía y Minas le otorgó zonas de Servidumbre
para ejecutar su obra. Igualmente esta Empresa como resultado del Estudio de
Impacto Ambiental, determina que durante el trabajo de campo y en la consulta
con las autoridades competentes, no se encontraron Comunidades étnicas, ni
territorios titulados colectivamente. Para lograr su propósito desconocieron al
pueblo de Picamarán como una Comunidad Campesina reconocida, con una existencia
inmemorial y posesión efectiva de sus tierras.
Por otro lado la empresa
Celepsa, en complicidad con funcionarios del Ministerio de Energía y Minas, con
la única finalidad de evitar conflictos,
deja de lado a la Comunidad Campesina de Picamarán, basándose en los Mapas
publicados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Nacional
de Estadística e Informática (INEI), particularmente en los Mapas Físicos
Políticos a escala 1: 500,000, ha representado en lo que corresponde a los
límites referenciales de las Provincias de Yauyos y Cañete, por cuanto el
territorio de la montaña Airayá donde se construyó el túnel y la Casa de
Maquinas de la Hidroeléctrica, según el mapa se encuentran en el territorio del
Distrito de Zuñiga (Cañete), motivando que las gestiones como permiso y licencias de construcción no lo hicieron
ante el Distrito de Allauca, donde pertenece la Comunidad Campesina de
Picamarán, sino que fueron tramitados ante el Distrito de Zuñiga.
Por cuanto
hasta la fecha se carece de una Demarcación Territorial en forma definitiva
levantada con una cartografía única y actualizada de las Provincias de Yauyos y
Cañete. Siendo increíble y vergonzoso que hasta la fecha las autoridades,
Distritales, Provinciales y del Gobierno Regional de Lima no asuman su
responsabilidad de efectuar dicha demarcación, pese haber transcurrido 191 años
de vida Republicana, tales omisiones genera conflictos a las Comunidades
Campesinas.
La empresa Celepsa durante
el tiempo de construcción de la Hidroeléctrica, en los pueblos y comunidades de
la zona de influencia donde se
ejecutaron obras, les brindo apoyo social a los pobladores, dándole regalos
como juguetes, panetones, chocolatadas, como la construcción de canales de
regadío, construcción de aulas educativas, apoyo para la construcción de
locales comunales, mejoramiento de estadios, riego por goteo, proyecto de engorde
de camarón y crianza de truchas, ayuda con materiales para la construcción de
iglesias, construcción de dos puentes una en Lunahuana y otra en Pacarán, con
el propósito que puedan transitar inmensa maquinarias, que fueron utilizadas
para la obra.
Como dicha empresa no
cumplió con diversos compromisos, se suscitó un conflicto social, denominado el
“Yauyinazo”. Haciendo de conocimiento que Celepsa tiene un compromiso pendiente
de solución con la Comunidad Campesina de Picamarán. En la actualidad Celepsa
otorga como pago de Impuesto Predial la suma de dos millones de soles, a los
municipios de Tanta, Allauca, Catahuasi, Chocos y Zuñiga. Se tiene información
que conforme a su Memoria Anual durante el año 2011, la empresa Celepsa por
venta de energía y otros alcanzó una ganancia de un aproximado de 55 millones
de dólares. Por último se desconoce el monto utilizado por Celepsa en la
ejecución de ayuda social en la zona.
Igualmente funcionarios del
Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET), por intermedio de la
Dirección de Catastro Minero, que pertenecen al
Ministerio de Energía y Minas, han lotizado el territorio de la
Comunidad Campesina de Picamarán, como si fuera una invasión de terrenos, otorgando
25 Denuncios Mineros, sin establecer en sus evaluaciones Técnicas a que pueblo
pertenecen dichas tierras, estos funcionarios sin previa verificación,
definieron la demarcación tomando en cuenta la información disponible del
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), otra vez utilizaron el
mapa publicado por Instituto Nacional Geográfico (IGN), donde establecen que
dichos Denuncios Mineros se encuentran ubicados en el Distrito de Zuñiga,
Provincia de Cañete, siendo falsa esa información por cuanto ese territorio es
de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán. En este caso nuevamente se
encuentra involucrada la empresa Celepsa, por cuanto los dueños de esta
Hidroeléctrica CEMENTOS LIMA S.A., tiene registrado 07 Denuncios Mineros en
tierras de Picamarán, registrados con el nombre de Airayá I, Airayá II, Airayá
IV, Airayá VII, Airayá VIII, Airayá IX y
Airayá X. También se encuentra la Empresa VALE EXPLORATION PERU S.A.C. (ex
MISKI MAYO) con 05 Denuncios Mineros y otros más. Por último del monto que se
paga por los Denuncios Mineros, un porcentaje consistente en 47,000 mil dólares
fue girado a favor del municipio del Distrito de Zuñiga, en cambio a la
Comunidad Campesina de Picamarán no le otorgaron ni un sol.
A pesar que nuestra Comunidad
no cuenta con los recursos económicos suficientes, por la extrema pobreza de su
población, quienes colaboraron masivamente y muchos de ellos tuvieron que
romper su chanchito de ahorro, para ventilar los abusos que se cometen, ante la
vía Judicial, teniendo como resultado una resolución favorable dictada por la
Corte Suprema de la República, sobre Reivindicación de Tierras que demuestran
que el predio Airayá de una extensión aproximada de 2,700 Has que colinda con
el Distrito de Zuñiga, donde se encuentra instalada la Casa de Máquinas de
CELEPSA es de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán y se encuentra
dentro de la jurisdicción del Distrito de Allauca, Provincia de Yauyos.
En cuanto a los Denuncios
Mineros, la Comunidad Campesina de Picamarán hará valer sus Derechos ante el
Tribunal Constitucional, presentando una Acción de Amparo contra Concesiones
Mineras no consultada, contra la omisión de los funcionarios del Instituto
Geológico Metalúrgico (INGEMMET), de consultar con la Comunidad Campesina de
Picamarán, antes de conceder las concesiones mineras.
La pregunta del millón,
donde están las autoridades para que de una vez paren estos abusos, le
corresponde actuar al Gobierno Regional de Lima, Alcalde Provincial de Yauyos,
alcalde Distrital de Allauca, Federación Provincial de las Comunidades
Campesinas de Yauyos (FEPROCCY) y Frente Único de Defensa de los Recursos
Naturales y Lucha Contra la Corrupción de la Provincia de Yauyos (FREUDEPROY).
La histórica Comunidad
Campesina de Picamarán, Ayllu “Picamara”, pueblo originario del Repartimiento
de los Mancos de la Nación “Yauyos”, esta civilización milenaria, mantiene como
propiedad una extensión territorial de 30,000 hectáreas, promueve una cultura
de Paz y respeto a la propiedad de su territorio, espera una Inclusión Social y
Desarrollo a favor de su población.
Picamarán se compromete a
ser un pueblo activo en la Cuenca del Río Cañete. Su población campesina tiene
el derecho de solicitar que se ejecuten obras de infraestructura y proyectos
productivos, se encuentran aislados de la modernización global.
Nuestra Comunidad ya se
canso de esperar el apoyo del gobierno central, que no contribuye en nada,
menos la Región Lima, Municipalidad provincial de Yauyos, Municipalidad
Distrital de Allauca, que reciben millones de soles para su Presupuesto Anual,
desde hace muchos años nuestra Comunidad no se ha invertido ni un sol en obras,
basta solicitar información en el Banco de Proyectos de esas entidades, nadie
controla la corrupción y el despilfarro del dinero que pertenecen a todos los
peruanos. Es necesario resaltar que la Comunidad Campesina de Picamarán, sus
tierras colinda con los Distritos estrellas del Turismo que son Lunahuaná,
Pacarán y Zuñiga. En este año 2012 la Municipalidad Distrital de Lunahuaná
celebró su record de un millón de visita turística, en cambio la Comunidad
Campesina de Picamarán ningún turista, por falta de infraestructura y talleres
para promover el Turismo Rural Comunitario, falta de medios económicos para
elaborar el perfil y expediente técnico.