martes, 14 de mayo de 2013

CONFLICTO DE LA COMUNIDAD CAMPESINA DE PICAMARAN CONTRA LA EMPRESA CELEPSA, COMUNIDAD CAMPESINA DE CAPILLUCAS Y EL DISTRITO DE ZUÑIGA.


La Empresa Celepsa, construyó una Hidroeléctrica, para la ejecución del proyecto utilizó zonas de influencia del territorio de las Comunidades Campesinas de Tanta, Capillucas, Catahuasi, Picamarán y  Chocos.

La Empresa Celepsa  con la finalidad de evitar sostener conflictos con las Comunidades Campesinas, logro convencer en ese entonces a los Dirigentes de dichas Comunidades ofreciéndole obras de desarrollo sostenible. Igualmente a las autoridades Distritales que apoyaron dicho proyecto.

Para  la construcción de un embalse para represamiento de la laguna Paucarcocha, construcción de una presa, un túnel de aducción de 12.5 kilómetros, casa de máquinas y chimenea, patio de llaves y laguna de restitución, la Empresa Celepsa  hizo trato y convenios solamente con la Comunidades Campesinas de Tanta, Capillucas, Catahuasi y Chocos y con el Distrito de Zuñiga, comprándole y arrendando tierras eriazas.

Como se puede analizar la Empresa Celepsa en tierras Comunales de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán, construyó el túnel de aducción columna vertebral del proyecto, construyó también la casa de máquinas y chimenea, tales obras se realizó  en el Predio Cerro  Airayá.

Para tal efecto la Empresa Celepsa celebró Convenios Marco solamente con la Comunidad Campesina de Capillucas y con el Distrito de Zuñiga, en cambio no hizo ningún Convenio con la Comunidad Campesina de Picamarán, desconociendo esta empresa la propiedad de sus tierras desde épocas milenarias.

El motivo por el cual  la Empresa Celepsa desconoce la propiedad de sus tierras Comunales de la Comunidad Campesina de Picamarán, correspondiente al Predio Cerro Airayá, se debe a que esta Empresa solamente se habría comprometido a brindarle Apoyo de Gestión y Financiamiento para que en tiempo record  la Comunidad Campesina de Capillucas, cumpliera en Titular sus tierras Comunales. Respecto al Distrito de Zuñiga en ese entonces sus autoridades  otorgaron a la Empresa Celepsa los Permisos y Licencias de Construcción de la Casa de Máquinas y Chimenea de la Hidroeléctrica. Haciendo de conocimiento que dicho Permiso y Licencia de Construcción tuvo que ser otorgado por la Municipalidad del Distrito de Allauca, ya que el Predio Cerro Airayá se encuentra en su jurisdicción territorial y además esas tierras son de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán.

En la actualidad debido a intereses económicos existe un conflicto de controversia sostenida por la Comunidad Campesina de Picamarán, contra la Empresa Celepsa, Comunidad Campesina de Capillucas y el Distrito de Zuñiga, por los siguientes fundamentos:

Que la empresa Celepsa no reconoce a la Comunidad Campesina de Picamarán, como propietaria del Predio Cerro Airayá, donde se construyó el túnel de aducción y la casa de máquinas y Chimenea, pese a existir una Resolución favorable otorgado por la Corte Suprema de Justicia, donde resuelve que el Predio Cerro Airayá es de propiedad de dicha Comunidad.

Esta probado  que la Comunidad Campesina de Capillucas, queriendo beneficiarse económicamente haya titulado sus tierras comunales, incluyendo tierras de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán, cuyos dirigentes desde ese entonces se dejaron influenciar y convencer por autoridades del Distrito de Zuñiga y por la Empresa Celepsa, sobre el particular esta controversia se viene ventilando en la vía judicial.

Respecto al Distrito de Zuñiga, cuyas autoridades tienen ambiciones económicas y expansionistas, además tienen el apoyo de la Empresa Celepsa, tienen la intención de apropiarse de un aproximado de 15,000 hectáreas de tierras comunales de propiedad de la Comunidad Campesina de Picamarán, incluyendo el predio Cerro Airayá que a todas costas desean que pertenezca a la jurisdicción del Distrito de Zuñiga, con la finalidad de percibir mayor monto económico por pago de Impuesto Predial. Esta controversia se encuentra en proceso de Demarcación Territorial que sostienen los Distritos de Allauca y Zuñiga ante la Región Lima.

En conclusión a la Comunidad Campesina de Picamarán “se le respeta”, por ser un pueblo originario, conforme se comprueba mediante documentos de la época virreinal y mapas que especifican la propiedad de sus tierras comunales.

Por último los dirigentes de las Comunidades Campesinas, no fueron asesorados y no supieron negociar, con la Empresa Celepsa, fácilmente  fueron engañados, ya que firmaron Convenios Marcos no favorables a sus intereses económicos y en la ejecución  de proyectos sostenible. Como el caso del Convenio Marco entre la Empresa Celepsa y la Comunidad Campesina de Capillucas-Allauca, firmado el 26 de Julio del 2006, por el Presidente de la Comunidad Campesina Don Bernabé Sandoval Franco, Fiscal Doña Jesús Luzmila Huapaya Sandoval y el Ingeniero Pedro Alfonzo Lerner Rizo Patrón, Gerente General de la Compañía Eléctrica El Platanal S.A-Celepsa, en una de sus cláusulas acordaron, que a partir del 1 de Enero del año siguiente a la fecha de puesta en operación comercial de la Central Hidroeléctrica El Platanal, la empresa se obliga a hacer contribuciones en bienes y servicios (no aportes dinerarios) en beneficio de la comunidad por un valor anual de S/. 50,000 Nuevos Soles, para la ejecución de proyectos de desarrollo conjunto. Resulta un monto irrisorio, comparado con la Empresa ENERSUR, a cargo de la Hidroeléctrica Yuncán, empresa que ha aportado un fondo de fideicomiso de la suma de U$ 22.4 millones de dólares, para ejecución de proyectos sociales a lo largo de 17 años de acuerdo a un programa predefinido, a favor de las Comunidades Campesinas de Huachón y Quiparacra, Distrito de Paucartambo (Región Pasco). Es necesario  analizar tal comparación de montos.








domingo, 5 de mayo de 2013

REALIDAD Y CONCIENCIA TURISTICA EN LA CUENCA DEL RIO CAÑETE-YAUYOS PROMOCIONANDO EL TURISMO RURAL COMUNITARIO O VIVENCIAL.


Tenemos que mencionar temas relacionados a este punto, haciendo un breve vistazo y hacer un análisis de lo ocurrido en Lunahuaná, Pacarán , Zuñiga y en los pueblos alto andinos de Yauyos, esencial para visitar debido al boom turístico en estos últimos tiempos debido a la llegada de un afluente masivo de visitantes de todo lo que se  promociona en los medios de comunicación (radio, televisión, revistas y diarios) de la gran capital Lima y en el valle de Cañete y Yauyos.

Por lo general la mayoría de los pobladores originarios del valle del río Cañete y Yauyos, no valoran que son descendientes de una cultura étnica, ya que no tienen el conocimiento e información de su verdadera identidad cultural, ya que desconocen el significado del término atractivo y recurso turístico. Y no están capacitados para proporcionar una información adecuada a los visitantes.

Otro de los motivos esenciales es la pérdida de la esencia del paisaje natural de estos pueblos, al ser invadidos de empresas privadas que han reemplazados las verdes campiñas, en enormes construcciones modernas de concreto con bosques de cemento, ladrillo y fierros, convirtiéndolo en negocios como hoteles, hospedajes, centro de esparcimiento, restaurantes, discotecas. Muchas de estas construcciones ni siquiera tienen licencias de construcción, queremos saber que aporta al turismo estas grandes empresas, si la mayoría de estos negocios no tributan, mucho menos contribuyen en el cuidado del medio ambiente.

Es responsabilidad de las autoridades del valle del río Cañete y Yauyos, en planificar y controlar las excesivas construcciones modernas, deberían promover la ejecución de construcciones ecológicas que vayan acorde con el paisaje serrano, toda construcción sería edificada o revestida con materiales naturales entre lo que están: caña, bambú, barro, pirca, adobe, quincha, piedra, laja y madera. En los casos por motivos estructurales se debe construir con material noble, este deberá ser revestido con los materiales naturales señalados.

Para contrarrestar la inversión turística  emprendidas por un grupo de empresarios privados, sería desarrollando  el Turismo Rural Comunitario o Vivencial, en los pueblos del valle del río Cañete y Yauyos, donde el visitante puede participar de la cultura viva, participar en la vida cotidiana de sus habitantes, rica en costumbres y tradiciones desarrolladas durante siglos.
Se entiende por turismo  vivencial por cuanto se desarrolla con la convivencia entre el visitante y una familia receptora quien le enseña sus hábitos y costumbres, en casas campesinas, en familias que tienen preparadas sus viviendas para alojar al turista.

Además estos pueblos andinos albergan diversos y singulares características de cultura viva, biodiversidad, recursos arqueológicos, ubicación estratégica dentro de la cuenca del río Cañete y Yauyos. Es la oportunidad de disfrutar del entorno físico y humano, participar en las actividades, tradiciones y estilo de vida de la población local.

Como es el caso de la Comunidad Campesina de Picamarán, zona especial para promover el Turismo Rural Comunitario, cuyo territorio colinda con los Distritos de Lunahuaná, Pacarán y Zuñiga, esta localidad cuenta con maravillosos paisajes naturales, diversidad de flora y fauna, posee cascadas,  bosques de puya de Raimondi, sitios arqueológicos, camino Inca y petroglifos








RUINAS ARQUEOLOGICAS EN TERRITORIO DE LA COMUNIDAD CAMPESINA DE PICAMARAN UBICADO EN LA CUENCA DEL RIO CAÑETE-YAUYOS.


Como antecedente se conoce que en la cuenca del río Cañete- Yauyos, es uno de los más densos en sitios arqueológicos, existen complejos, adoratorios, ciudadelas aisladas, cementerios, caminos, montículos, cuevas, andenes, terrazas y petroglifos.
Durante su recorrido por estos sitios arqueológicos es darle una mirada al pasado de la etnia “Picamara” (hoy Picamarán), cuyos pobladores en la época Pre Inca e Inca, vivieron en las faldas de los cerros, en el sitio estratégico de donde pudieran vigilar sus sembríos y librarse de las inundaciones o huaycos.
Existe información histórica que caracteriza al grupo Yauyos, tal es el caso del Repartimiento de los Mancos. Según el Corregidor de Yauyos Diego Dávila Briceño, en el año 1586, redujo a la tribu indígena de los Mancos, en donde pertenecían las poblaciones de los Picamara (hoy Picamarán) de procedencia aimara, cuya faja de tierras de su territorio se extendía desde el valle de Lunahuaná hasta la región andina de Yauyos. Según dicho Corregidor los Mancos se asentaron en la margen derecha del río Cañete-Yauyos, es cuyas quebradas colectoras de la cuenca donde encontramos los asentamientos que deben corresponder al grupo étnico de los Picamara.
Conforme al Inventario, Catastro y Delimitación del Patrimonio Arqueológico del valle del río Cañete-Yauyos, perteneciente a la Etnia Picamara (hoy Picamarán), realizado por los arqueólogos Carlos Williams y Juan Merino, en el año 1974 que a continuación se detalla:


1.  Pueblo Cementerio, en Larpa y Cascajal, camino a San Juan 1.6 km después de Machuranga, pueblo en la ladera, viviendas sin trazos definido o cementerio.

2. Vivienda Principal o Lugar de Administración, eriazo, sector Larpa camino a San Juan 0.7 km después de Machuranga con 1 Ha, grupo de estructuras en laderas o patio de 50 x 50 metros sobre el edificio.
3.  Pueblo, eriazo, ladera del cerro Ancayita de Picamarán, camino a San Juan, 40 Hectáreas.
4.  Terrazas, quebrada de Picamarán, camino a la quebrada 6 Ha.
5. Viviendas sin trazo, laderas del cerro Ancayita la carretera a San Juan, pasa al pie del sitio 1.5 km después de Zuñiga, el patio es una terraza sobre andenes, viviendas sin trazado descernible.
6. Andenes, quebrada de Picamarán, camino a la quebrada, 800 metros de la boca 10 Hectáreas.
7. Viviendas en la cima, cerro Picamarán, quebrada Picamarán margen izquierda 2 Ha., pequeño grupo de vivienda en el puntón de la margen izquierda de la quebrada.
8.  Pueblo, quebrada Picamarán, eriazo, camino a la quebrada, margen izquierda 6Ha., pueblo en la boca de la quebrada Picamarán, margen izquierda viviendas a trazo regular, lugar administrativo principal en la parte alta del cerro.
9. Piramide, patio, Plataforma, Viviendas, eriazo, boca de la quebrada Picamarán, margen derecha, camino a Picamarán, el sitio es una terraza pedregosa frente a Zuñiga, hacia el extremo este del sitio se observa muros de 30x30 y una pequeña pirámide, en las laderas huellas de plataforma.
10. Cerro  Picamarán, estructuras en la cima, templo, terrazas, eriazo, por la quebrada de Picamarán a 3.5 Km. de Zuñiga 10 Ha., terrazas mirando a la quebrada, plataforma, pirámides y terrazas orientadas al oeste.
11.Pueblo, laderas del cerro Picamarán, eriazo 3.5 Km. después del puente de Pacarán  60 Ha., el sitio ocupa la falda del cerro Picamarán que une el valle y se extiende por 2 Km. a partir de la quebrada Apotara, sobre la acequia límite de los cultivos hay una línea de edificaciones de trazo regular y un pueblo en terrazas con un importante edificio central al extremo este del sitio más arriba, la ladera esta cubierto por hoyos que parecen restos de viviendas semisubterraneas.
12.Pueblo, eriazo ladera cerro Picamarán 1200 metros debajo de la quebrada Nigancho, pueblo compacto, vivienda regulare muy destruido.
13.Viviendas, cerro Apotara, camino a Zuñiga 1500 metros arriba del puente de Pacarán, vivienda en la ladera muy destruido parte del sitio ocupado por cultivos margen derecha cerro Apotara.
14.Quebrada Apotara, Cementerio, eriazo, camino a Zuñiga a 2 Km. después del puente de Pacarán 7Ha., margen izquierda a la quebrada Apotara a 500 metros de la boca y sobre una terraza plana.
15.Cerro Chilco, eriazo, camino al margen derecho 1.2 Km. puente de Pacarán 1.5 Ha., pltaformas, habitaciones en la cima, margen izquierda a la quebrada Chilco.
16. Cascajal, eriazo, viviendas en laderas.
17.Pueblo, viviendas con buenos trazos, en las faldas del cerro Airayá, colindante con los cultivos de San Juanito y la Casa de Máquinas de la Hidroeléctrica El Platanal.
18. Petroglifos en Piedra Víbora, contigua al pueblo de Capillucas.

En la actualidad los Sitios Arqueológicos nombrados anteriormente, se encuentran abandonados, siendo
utilizadas como corral para animales como en las zonas de la quebrada Nigancho y Chilco, utilizado como zona de botadero de desmontes y basura en la quebradas de Picamarán y Machuranga.

Inclusive han construido una trocha carrozable para llegar a la ruina arqueológica, ubicado en una de las faldas del cerro Picamarán, denominado por los pobladores vecinos como “Cruz Blanca”. También han causado daños la zona de Pasu Rumi, donde se encuentra vestigios del  Camino Inca, cuya ruta se conectaba con el Qhapaq Ñan  (en quechua Camino Real o Camino Inca).

Se recomienda la inmediata  intervención del Instituto Nacional de Cultura y autoridades Distritales, para promover acciones de investigación, conservación, trabajos de restauración, promoción y puesta en valor de estos Sitios Arqueólogicos.